Crítica de SensaCine.com para Creadores de sombra: Cómo se creó el fin del mundo

Resulta muy curioso que las respectivas carreras del director Roland Joffée y el guionista Bruce Robinson se fuera prácticamente por el desagüe después de colaborar por segunda vez en esta película. La anterior había sido 'Los gritos del silencio' (1984), con un acercamiento tran crudo como lírico a las matanzas de Pol Pot en Camboya. En esta ocasión, su retrato del Proyecto Manhattan que terminó dando como resultado la creación de la bomba nuclear se deja la lírica fuera de Nuevo México, donde trabaja el equipo de científicos de elite para brindar a EE UU el arma definitiva que les haga ganar la Segunda Guerra Mundial.

El énfasis del guión de Robinson está puesto en la relación grupal que mantuvieron aquellos hombres, prestando especial atención a las fricciones entre el general Leslie Groves (Paul Newman) y el físico J. Robert Oppenheimer (Dwight Schultz). En esa acertada decisión encuentra la película también su flaqueza, pues tanto Joffée y Robinson como un elenco muy poco afinado (la enfermera de Laura Dern es quien sale mejor parada) andan prácticamente a tientas en un envoltorio de lujo (fotografía de Vilmos Zsigmond, música de Ennio Morricone) que pretende pasar por costumbrista.

A favor: Hay que agradecer que la película dedique tanto interés a las conversaciones que van construyendo la relación entre los personajes; no sólo los protagonistas, sino también los secundarios.

En contra: John Cusack, inexplicable.