El largometraje está contextualizado en la última época del Siglo XIX. Stanislas Merhar da vida a Adolphe, un chico muy descuidado de tan sólo 22 años que pertenece a un selecto linaje aristócrata y que cuenta con unos conocimientos políticos realmente llamativos para llegar a convertirse en una persona de notable interés en el futuro. Él entiende que amar a otra persona supone un reto porque hay que encandilarla, por lo que debido a su desgana decide pasar su tiempo libre tratando de cortejar a alguna mujer.
El protagonista centra su atención en Leonora, una bella doncella que le supera en edad y que tiene a su cargo a dos retoños después de que su esposo perdiera la vida. Entonces Adolphe comienza a sentirse atraído por esta hermosa mujer, con motivo de la reunión organizada por el Conde en su palacio. Leonora no desea ni fijarse en el joven, puesto que por momentos ella se siente un tanto acosada por la avaricia mostrada por el chico. Aun así, acaba cediendo a sus encantos y le declara en persona que también está enamorada de él.
Pero al final el pequeño aristócrata acaba cansándose de compartir su vida con Leonora, algo que le obliga a poner fin a su relación sentimental porque tampoco desea hacerle daño a la mujer que llegó a amar. Su padre se siente avergonzado por las locuras que comete, instándole a que se asiente la cabeza de una vez por todas y pase a tener unos hábitos de vida más acordes a su status social. Aunque Adolphe pretende seguir disfrutando de su juventud y desobedece a su progenitor, desencadenando con ello una serie de acontecimientos que finalizan con la pobreza y la muerte.
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