El sheriff Bill Jorden (John Agar) es el encargado de salvaguardar la seguridad en el pueblo de Gunlock. Toda su atención está centrada ahora en ahorcar a un hombre llamada Hall (Richard Boone), acusado del asesinato de tres granjeros. Antes de que llegue el momento de la ejecución, la gente del pueblo comienza a lincharle, pero los socios de Hall aparecen para salvarlo de una muerte inminente. El sheriff deberá encontrarle para averiguar quién fue la persona que le contrató para llevar a cabo los asesinatos.