Jack Cardiff, director de fotografía, dijo que para elegir la iluminación y la paleta de colores de la película se inspiró en la obra de Vermeer, pintor holandés del siglo XVII.
Los admirables paisajes del Himalaya se crearon en el estudio utilizando perlas de vidrio y miniaturas colgantes.
El bordado realizado por la Hermana Clodagh representa a San Francisco de Asís.