"Willow" es un entretenido clásico fantástico de los 80s, producido por George Lucas y dirigido por Ron Howard. El granjero nelwyn Willow Ufgood se involucrará en una fabulosa y peligrosa aventura en que deberá proteger a una hermosa bebé que, de acuerdo a la profecía, será la elegida para destronar a la malvada reina bruja Bavmorda. Para ello, Lucas ofrecerá la dirección de lo que será el fim de Ron Howard, quién encargará la labor de guionizar la historia a Bob Dolman. Quién construirá una odisea fantástica, desde la peligrosa misión que emprende el protagonista, de raza baja pero con un alto sentido del honor y la valentía: que tiene la carga de proteger a la bebé, que debe enfrentarse a un malvado hechicero, con ejércitos batallando y héroes que encabezan la resistencia, y por último, el enfrentamiento final entre hechiceros. El director sabe aprovechar y expone de forma correcta elementos de fantasía, aventura épica, comedia familiar y el romance medieval. En líneas generales, la trama es interesante y amena.
Volviendo al film en sí, bien vale la pena señalar que una de las claves para que esta aventura funcione es la estructuración de los personajes protagónicos, aunque por supuesto no podemos esperar un villano realmente malvado tratándose de un producto familiar, que a pesar de ello tiene pensado sacrificar a una bebé de meses de nacida. Y me refiero al entrañable Willow Ufgood y al bribón pero locuaz y simpático Madmardigan, el primero reflejando el triunfo de la bondad y la voluntad a pesar de su estatura y derrochando valentía y determinación, y el segundo aportando con el aspecto cómico y, por supuesto, el porte varonil del guerrero implacable que prácticamente se enfrentará solo a las huestes de la malvada reina bruja Bavmorda. Y a propósito de Bavmorda, bien vale decir que corresponde a los típicos villanos ideados por George Lucas, resultan algo desteñidos en su maldad y poco inteligentes. En defensa del guionista, hay que decir que la reina bruja contiene en sí misma una maldad reprimida que nunca termina de desarrollarse, pero que sin embargo el espectador adulto puede advertir en sus acciones, como el hecho de querer asesinar a una bebé y a su propia hija, que se ha vuelto en su contra al percatarse de los errores de su madre.
La película es poseedora de varias escenas mágicas que quedarán grabadas en el recuerdo del público infantil, algunas más referenciales que cruciales, como las escenas en la aldea de los nelwyns en que se aprecia el día a día de sus habitantes, con Willow labrando la tierra y buscando la oportunidad de convertirse en un mago, así como aquellas escenas en las que buscará abrirse paso en un mundo hostil y violento, escenas que dan cuenta del eficiente trabajo de fotografía de Adrian Briddle, que saca el mejor provecho a las hermosos paisajes de Gales y Nueva Zelanda, lo que junto al trabajo interior en los estudios Elstree de Londres y el Skywalker Ranch, permitieron recrear el mágico y fantástico mundo del film, con brujas, enanos, trolls y monstruos gigantes. Uno de puntos fundamentales es el tratamiento de los efectos especiales, en que Lucas dio un salto decisivo en su carrera y en la historia del cine al promover el uso del morphing digital, en concreto en las escenas en las que Willow, inexperto mago, debe tratar de devolver su forma humana a la hechiera Fin Raziel, pero falla una y otra vez al convertirla en cabra, avestruz, pavo real, tortuga y tigre antes de lograrlo definitivamente. Efectos que no han envejecido del todo bien, pero que en su momento sí resultaron muy eficientes, y que complementaron de buena forma las técnicas de doble exposición para los traviesos brownies y el stop-motion para las escenas del monstruo bicéfalo que asalta el Castillo de Tir Asleen.
Las actuaciones son correctas, el reparto fue encabezado por Warwick Davis y Val Kilmer, quiénes tienen un eficiente desempeño, en especial, Kilmer que acusa lamentablemente mucha irregularidad en su carrera. Davis encarna al entrañable Willow Ufgood, voluntarioso y determinado miembro de la aldea de los nelwyns, mientras que Kilmer al carismático bribón que resulta ser guerrero implacable, Madmardigan, que le ayudará a derrotar a la malvada reina bruja Bavmorda y salvar a la bebé Elora Dañan. En el reparto secundario, encontramos a las experimentadas Patricia Hayes y Jean Marsh como las hechiceras Fin Raziel y Reina Bavmorda. Además, una desperdiciada Joanne Whalley como Sorsha, hija arisca de Bavmorda, que termina “emparejada” con Madmardigan y en contra de su madre bruja. Y Pat Roach interpreta al General Kael, líder del ejército de Bavmorda. Cabe señalar que el reparto también destaca por una gran participación de actores de baja estatura, que dan vida a los nelwyns, y entre los cuales destacan David J. Steinberg como Meegosh, el mejor amigo de Willow. Mark Northover encarna al líder tribal Burglekutt. Y Phil Fondacaro como el líder guerrero Vonhkar.
En definitiva, un entretenido film de alta fantasía, probablemente una de las últimas incursiones eficientes e interesantes de un subgénero que acusaba evidente desgaste, y que alza como un clásica familiar con una eficiente combinación de fantasía, aventuras, drama, comedia y romance. Fue nominada a dos premios Oscar en las categorías de efectos especiales y efectos de sonido, nominada a los Saturn Awards incluyendo mejor película de fantasía, pero quedándose sólo con el mejor vestuario, y nominada al premio Hugo, a la mejor presentación dramática. Por lo demás, se convetiría con el paso del tiempo en una película de culto, especialmente entre los amantes de la fantasia épica.