"Depredador" es un clásico ochentero de ciencia ficción, dirigido por John McTiernan y protagonizado por Arnold Schwarzenegger. Un grupo de fuerzas especiales de Estados Unidos es contratado para rescatar a un ministro del gabinete presidencial secuestrado por un grupo guerrillero fuera del país. Sin embargo, pronto descubrirá que se todo es un montaje para que eliminen a ese grupo armado, sin considerar la aparición de un extraño ser que caza hombres. El productor permitiría la consolidación del cine de acción protagonizado por estos "súperhumanos", capaces de enfrentarse a grupos guerrilleros, terroristas y ejércitos completos, y que responde esencialmente a la ideología bélica de la Administración Reagan, que no cesaba en su intervencionismo internacional para asegurar sus intereses políticos y económicos, detrás de una falsa preocupación por la estabilidad y paz mundial. Junto al indestructible “Dutch” y su viejo amigo Dillon, venido a antagonista por su incorporación a la siniestra CIA, el grupo militar estará integrado por el amerindio Billy, el afroamericano Eliot, el fanático de las armas Cooper, y los más novatos “Poncho” y Hawkins. En donde evidentemente Arnold Schwarzenegger es el protagonista, pero también donde resulta apoyado por Carl Weathers, como su seudoantagonista y viejo amigo, Dillon, y secundado por un grupo selecto de militares a su cargo, cada uno con sus manías y traumas, pero con un fuerte y marcado sentimiento de la lealtad, que pagarán caro su destino en la jungla, no a manos de otros humanos, sino de un implacable y horroroso ser extraterrestre.
El film es entretenido de principio a fin, y lo señalo porque aunque inicie como una película de acción, bélica, y poco a poco vaya tomando otros derroteros como la ciencia ficción, el suspenso y un componente menor de terror. No cabe duda que irá sumando puntos a favor a medida que la trama se concentre en esa amenaza invisible que los cerca, mutila y elimina de forma brutal e implacable. Una criatura camuflada, que los acosa y no pierde oportunidad de mutilarlos y desollarlos. En estos momentos es cuando más funciona esta acertada combinación de géneros, gracias al gran ritmo narrativo que el director logra impregnarle. Otro de los méritos de la cinta es la elección de la selva como escenario claustrofóbico y desconocido, que se convierte en un personaje más, gracias a la gran fotografía que logra capturar imágenes de una selva viva, que literalmente se lleva a los hombres y los destroza. De la misma forma, la película muestra sus mejores puntos visuales en el confuso desplazamiento de los soldados y sus caóticas y sangrientas muertes en que se impone un sentimiento mezclado por la dignidad humana y la demencia absoluta. Particularmente emblemática es la muerte de Billy, el rastreador amerindio que decide enfrentarse de forma iracunda al bicho, sólo armado por un cuchillo, sabiendo que la muerte lo espera. Vale la pena mencionar las dificultades que tuvo McTiernan para la filmación del segmento en que “Dutch” y el extraterrestre se enfrentan. Schwarzenegger señaló que sufrió bastante desgaste físico con sus escenas nadando en agua fría, cubierto de barro, durante la noche cuando el benevolente clima diurno de la selva descendía bruscamente.
Como ya comenté, el film tiene buenas y selectivas dosis de gore, que los nostálgicos recordarán principalmente en las escenas en que el comando de “Dutch” descubre a un grupo enviado anteriormente y que fue desollado, la muerte de Hawkins, la mutilación del brazo derecho de Dillon y la destrucción del cráneo de Eloit, que en combinación con los innovadores efectos especiales para el camuflaje del extraterrestre, dan cuenta de una más de las emblemáticas colecciones de efectos especiales de el genio Stan Winston. A propósito de efectos especiales y maquillaje, comentar que inicialmente se había diseñado un traje que le permitiera al actor detrás del disfraz poder tener mucho mayor movilidad, incluso que pudiera practicar artes marciales, ya que en un principio fue considerado el reconocido Jean Claude Van Damme para el papel del extraterrestre. De hecho, grabó unas escenas que luego fueron desestimadas porque McTiernan terminó de darse cuenta que el belga no era lo suficientemente alto para interpretar al monstruo, siendo reemplazado por Kevin Peter Hall, actor de casi 2 metros. Incluso, el director James Cameron, aportaría con algunas sugeriendo, aconsejando a Winston que creara una mandíbula exuberante y que de desencajara del rostro del extraterrestre.
Las actuaciones son correctas, hay que reconocer la acertada decisión de sumar a Carl Weathers para potenciar el personaje de Arnold Schwarzenegger. El eterno Apollo Creed es uno de los pocos actores que podía hacerle contrapeso al austríaco en el tema físico, sin opacarlo, y además es un buen actor, que interpreta de forma icónica a un seudoantagonista del protagonista, por cuestiones ideológicas. También encontramos al luchador Jesse Ventura que interpreta a Cooper. Sonny Landham que encarna al amerindio Billy. Bill Duke que personifica al afroamericano Eliot. Richard Chaves como “Poncho”. El guionista, actor y futuro director Shane Black como Hawkins. Y Kevin Peter Hall que encarnó al Depredador. La única actriz en el reparto fue Elpidia Carrillo quién interpretó a Anna, una guerrillera que empieza siendo rehén de los estadounidenses y al final una de las pocas sobrevivientes.
En definitiva, una emblemática película que mezcla de forma efectiva acción y ficción, presentando a uno de los monstruos icónicos de Hollywood, con personajes entrañables, dosis perfectas de sangre y gore. Siempre quedará para el recuerdo el famoso asalto al campamento guerrillero, los letales ataques del depredador y el duelo final que mantiene con Arnold Schwarzenegger. Es pura y simple diversión, trepidante, un auténtico clásico por la robustez y mala leche en su realización y por la magistral mezcla de géneros: bélico y ciencia ficción.