Para muchos Che Guevara fue un auténtico símbolo de la revolución. Se puso en marcha y organizó el solito lo que supondría la llamada Revolución Cubana, para ello contó con la inestimable ayuda de Fidel Castro.
Ambos comienzan inseparabales y terminan distanciandose por desavenencias y por demasiada ambición orientada al poder. La lucha entre ambos desencadena momentos de inestabilidad entre Cuba y los Estados Unidos, sobre todo durante el mandato de J.F. Kennedy, más concretamente durante el conflicto de los misiles de Cuba y que casi desencadena otra Guerra Mundial.
Con Omar Shariff interpretando a Che Guevara y con la colaboración estelar de un irreconocible Jack Palance, la cinta consigue trasladarnos a ese mundo en el que las convicciones y los deseos estaban por delante de cualquier cosa.