Un thriller ridículo
por Rodolfo SánchezQue tras El cuerpo del delito se encuentre el cineasta alemán Uli Edel, quien antes de este despropósito había dirigido Yo, Cristina F. y Última salida, Brookyln, resulta inquietante y triste y explica en cierto modo que Edel estuviera durante años trabajando en el medio televisivo hasta que en 2008 dirigiera la notable R.A.F. Facción del Ejército Rojo. El cuerpo de delito nace de dos claros propósitos. Por un lado, aprovechar el éxito de Instinto básico y la moda de los noventa de los thriller eróticos: mujer fatal, asesinatos, juicios, escenas sexuales con cierto contenido en apariencia explícito. Por otro lado, la presencia de Madonna como actriz durante una época, los noventa, en que intentó relanzar su carrera como actriz (en caso de que esta haya existido como tal), sobre todo a comienzos, con libros y documentales que sacaban a la luz su faceta más sexual, algo que en El cuerpo de delito intenta potenciar con algunas secuencias pretendidamente salidas de tono (sadomasoquismo con cera de velas incluido). Ambos aspectos están presentes en la película de Edel, pero poco más. Ni resulta inquietante sexualmente, ni la trama criminal se alza por encima de la media del género, quedando al final una obra más anecdótica que seria, que roza el ridículo en todo momento y que deja una sensación de tomadura de pelo.
A favor: Que si no se toma en serio, resulta graciosa.
En contra: Que si se toma en serio es grotesca.