Crítica de SensaCine.com para Solaris: Retorno a Solaris

Steven Soderbergh seguramente sabía que se metía en muchos problemas cuando adaptaba la novela de Stanislaw Lem, 'Solaris', que ya había sido llevada a la pantalla de manera magistral por Andrei Tarkovski. Dos obstáculos se erigían ante él. Por un lado, los amantes del film original, que veían como Hollywood creaba un remake de una cinta de autor. Y por otro, el espectador medio, poco acostumbrado a películas donde los tiempos muertos importan más que las escenas de acción.

Y es que sabiéndose lejos del film original y ante la inabarcable misión de adaptar la novela de Lem, Soderbergh consigue hacer un film interesante. Su descripción de los espacios es fantástica, tanto las habitaciones modernas, llenas de colores cálidos, de los hogares de la tierra, como las gélidas estancias de la estación espacial que orbita alrededor del misterioso planeta Solaris.

El director norteamericano renuncia a las partes más literarias y realiza un film más musculoso, pero nunca sin caer en la acción. Musculoso en cuanto a que sus relaciones de amistad y amor están marcadas por lo físico, incluso sus momentos metafísicos son muy carnales. George Clooney, pareja artística de Soderbergh, realiza una de sus mejores actuaciones, y le acompaña una Natacha McElhone de interminables ojos azules, de otro mundo, como señala la película. Un film de ciencia ficción diferente.

A favor: La habilidad de Soderbergh para trabajar con los tiempos muertos y con los silencios.

En contra: Al final, el discurso metafísico es demasiado obvio y algo infantil.