En 1934, Eben Adams (Joseph Cotten), un pintor que se enfrenta a una notable escasez económica y material, conoce en Central Park (Nueva York) a una mágica chiquita, que viste ropa anticuada, llamada Jennie Appleton (Jennifer Jones). Más tarde, él improvisa un bosquejo de ella de memoria y gracias a este esbozo una marchante de arte, Miss Spinney (Ethel Barrymore), se fija en él e intuye su potencial artístico. Es así como a Eben se le ocurre empezar a confeccionar un retrato de Jenny. Con tal finalidad, y previo acuerdo, ambos se irán encontrando a intervalos intermitentes. Es curioso como de una vez para otra ella parece haber crecido más rápido de lo que es posible. Y, progresivamente, él se irá enamorando de ella, no sin desconcierto, pues ella le habla de cosas que parece haber experimentado recientemente y, sin embargo, él descubre que tuvieron lugar muchos años atrás.
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