Minis a la carrera
por Eulàlia IglesiasPoco queda en este 'The Italian Job' de 2003 del título de culto del mismo nombre en que se inspira más allá de las persecuciones en coches de talla mini y su adscripción al subgénero de atracos. Si la película dirigida por Peter Collinson, protagonizada por Michael Caine y con banda sonora de Quincy Jones, un clásico con todo el aroma del cine british de los sesenta, se ambientaba en su mayor parte en Turín, este remake se traslada, después de un prólogo-eslabón en Venecia, a Los Ángeles para ofrecer un heist film en la línea de la contemporánea 'Ocean's Eleven', donde un grupo de expertos en diferentes ámbitos llevan a cabo una sofisticada operación para vengarse de un ex colega que los traicionó en un golpe.
F. Gary Gray firma una obra de género sin complejos ni más ambiciones que explotar al máximo su potencial de entretenimiento, desde la conexión humorística entre los secundarios pasando por las espectaculares secuencias de persecución automovilística (que no llegan a igualar el encanto de las primeras) hasta la (escasa) química entre Charlize Theron y Mark Wahlberg.
A favor: Si olvidamos que los secundarios de la primera versión eran Noël Coward y Benny Hill, Mos Def, Jason Statham y Seth Green tienen su gracia.
En contra: Le falta el mojo de la original.