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    Thirteen
    Críticas
    2,5
    Regular
    Thirteen

    Material inflamable para padres de adolescentes

    por Nestor Hidalgo

    La opera prima de Catherine Hardwicke como directora (hasta entonces había trabajado como ayudante de producción en films como 'Tres reyes' o 'Vanilla Sky') empieza con una secuencia en la que unas drogadas Evan Rachel Wood y Nikki Reed se pegan puñetazos en sus anestesiadas caras sin sentir dolor. Inmediatamente, en un 'flashback' nos trasladamos a conocer el pasado de ambos y personajes y ver cómo se conocieron. Es una pena que la película de Hardwicke no mantenga el tono del brevísimo prólogo para entrar en un discurso que se zambulle en el relato aleccionador con dosis de alarmismo parental mientras cuenta cómo la angelical "hija ideal" interpretada por Wood se convierte en una adolescente problemática: superficial, sólo preocupada por su aspecto, adicta a la moda, aficionada a agujerearse el cuerpo y, por supuesto, enfilada hacia la nebulosa de la droga...

    El guión está basado en la propia experiencia de Nikki Reed (lo co-escribe junto a Hardwicke), que interpreta a la "mala influencia" que guía a Wood por el lado oscuro de la adolescencia. Aunque haya momentos en los que la película se tome insoportablemente en serio, en ocasiones la cineasta sabe crear momentos de belleza gracias a la formación de amistad entre las dos protagonistas. Pequeños respiros antes de la escalada de barbaridades enfatizadas por una forma sensacionalista.

    A favor: Evan Rachel Wood y Nikki Reed clavan sus papeles.

    En contra: El habitual sensacionalismo amarillista de este tipo de aproximaciones a la adolescencia.

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