En un principio, Günter Meisner rechazó el papel protagonista aterrorizado por la historia. Sin embargo, a las pocas semanas llamó al director de la película, Agustí Villaronga, para decirle que no podía dejar de pensar en ella.
En el Mardi Gras Film Festival de Australia se intentó proyectar una copia íntegra de la película, pero fue prohibida.
Durante la escena en la que Angelo lloraba, el actor que lo interpretaba, David Sust, se puso pasta de dientes en los ojos. Se rodó tantas veces esa escena que David se lesionó los ojos y tuvo que llevar gafas de sol durante un tiempo.