El director evitó deliberadamente diseñar las transformaciones de los hombres lobo al estilo de las películas clásicas, en las que el personaje se cubría súbitamente de pelo. Al contrario, en este filme los personajes se arrancan la piel para que el lobo salga de dentro, reforzando la idea de que la bestia "viene del interior".
En un principio, Stephen Sommers no estaba seguro de que Kate Beckinsale fuera a aceptar el papel, luego de haber hecho algo muy parecido en Underworld. Una vez que recibió el guión, sin embargo, la actriz no tardó en aceptar.
El personaje de Elena Anaya aparecía originalmente en la secuencia del baile de máscaras, pero acabó siendo eliminada del montaje final.
Michael Bay estuvo a punto de dirigirla, pero acabó decantándose por La isla.