Demostración de la infalibilidad
por Nestor HidalgoPor muy fácil que sea arremeter contra la obsesión de Hollywood por realizar remakes de todo el cine de terror producido durante los 70 y 80 que disfrutar del mínimo éxito para hacer rentable la empresa, hay que reconocer que la nueva versión del filme de 1974 no merece excesivas pegas. Sobre todo porque la fundamental se basaría en un argumento imposible de quebrar: la película de Tobe Hooper es un clásico absoluto del cine de terror y un emblema magnífico del cine underground y verdaderamente libre de los años 70. Algo imposible de reproducir al volver a tratar la misma historia.
Por lo demás, la versión de Marcus Nispel sigue al pie de la letra todos los pasos de la formula instaurada por Hooper y consigue un body count modélico para los nuevos tiempos. De hecho, en algo sí que sirvió como plantilla e impulsora de estilo (pálido reflejo de lo logrado por su predecesora): la preponderancia de la fotografía quemada, la suciedad industrial y la brutalidad frontal en las apuestas comerciales de cine de terror. Lástima que la casi metafísica huida de Marilyn Burns de la motosierra de Leatherface por el bosque aquí quede reducida a un par de planos de trote ergonómico.
A favor: Lo bien que le queda la camiseta de tirantes scream queen TM a Jessica Biel.
En contra: La de Hooper era una película casi experimental, esta es una (buena) guarnición para refrescos y palomitas.