Verne, una simple excusa
por Rodolfo SánchezEn general, la fortuna que ha corrido la novela de Julio Verne La vuelta al Mundo en ochenta días a la hora de ser llevada a la gran o pequeña pantalla ha sido desigual. Cada cierto tiempo hay un nuevo intento, ya sea a través de actores reales o mediante la animación, de dar vida d nuevo a una de las narraciones más magníficas que ha entregada la literatura universal. Es indudable que el material de Verne es espléndido y permite, a priori, la posibilidad de desplegar un dispositivo de producción lo suficientemente grandilocuente como para dar sentido a la película.
Y así, Frank Coraci, director dedicado a comedias pequeñas o costumbristas, fue el elegido para dar forma a una nueva versión que hace agua por todas partes, sobre todo porque la adaptación acaba siendo un más desvergonzado vehículo para la exhibición de Jackie Chang, convirtiendo la novela de Verne en una película de Chang antes que en otra cosa. Pero el resto de elementos tampoco aportan nada y, durante dos horas, asistimos a una película que tan solo posee el título y algunos elementos narrativos del original literario, pero carece de todo lo demás. De la aventura, del dinamismo, de la diversión...
A favor: El esfuerzo de Steve Coogan.
En contra: Que es muy aburrida.