Bill Gluckman, un rico senador de Malibú, se postula para llegar a ser gobernador de California. Su mayor preocupación es su hijo Brad, cuyas únicas obsesiones son el rap y meter a su padre en apuros. Los miembros de su campaña creen que la actitud del chico puede impedirle que sea elegido gobernador, así que decide contratar a unos actores convertidos en gangsters para que le enseñen la dura vida del rapero y así consiga olvidarse de serlo.
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