Inculcación de la maternidad forzosa
por Diana AlbizuGarry Marshall es un director de Hollywood con el dudoso honor de no sólo acumular una filmografía llena de comedias de tono familiar y ponzoña azucarada, sino de ser el autor del gran epítome del género: 'Pretty Woman', que dirigió en 1990. Después de tan descomunal éxito e inexplicable pregnancia en el imaginario colectivo, Marshall ha intentado repetir la jugada en varias ocasiones siguiendo desvergonzadas variantes de la misma fórmula: una mujer de vida "descuidada" (ya sea prostituta, alérgica nupcial o... profesional de éxito en el mundo del periodismo de moda, como es el caso de Kate Hudson en 'Mamá a la fuerza') que "endereza" su vida tras entrar en contacto con el Hombre Ideal y enamorarse.
Típido esquema conservador, que en este caso toma la vía de la maternidad antes de introducir el elemento masculino. Porque, cuando su hermana muere en un accidente, Helen (Hudson) tiene que hacerse cargo de sus tres sobrinos como única tutora, lo que choca contra su despreocupada vida anterior. La prole trae responsabilidades, claro, y también la necesidad de acudir a una figura patriarcal como apoyo: el pastor luterano interpretado por John Corbett. Todo planteado con un determinismo bastante repugnante. ¿Cuándo dejarán de plantearse películas así?
A favor: Helen Mirren como una especie de Anna Wintour pre-Meryl Streep.
En contra: Lo rancio del argumento.