Crítica de SensaCine.com para Karate Kid: El momento de la verdad: Dar cera, pulir cera

John G. Avildsen consiguió facturar un clásico del cine juvenil de los ochenta adaptando algunas de las claves del éxito de su anterior 'Rocky' a una teen movie. Aquí también nos hallamos ante un personaje italoamericano que consigue reafirmarse en su entorno al triunfar en una competición de combate tras un duro y largo entrenamiento. Pero 'Karate Kid' es algo más que un Rocky adolescente. Los responsables del film tocaron con acierto las principales teclas del cine de high school: el protagonista marginado que lucha por superarse (con su vieja bicicleta y su madre obligada a mudarse a causa del trabajo, Larusso tiene algo de personaje de la Amblin), los deportistas matones, la chica rubia deseada, la fiesta de Halloween... Y añadieron un secundario carismático que dotara de personalidad al conjunto. La presencia del profesor Miyagi actualizó la fascinación por esa cultura oriental, cuyo paradigma encarnó Bruce Lee, capaz de concebir la lucha como una forma de espiritualidad. 'Karate Kid' fue la digna respuesta del cine juvenil norteamericano a esa admiración.

A favor: La frescura de Ralph Macchio y el encanto de Pat Morita.

En contra: Algunos tópicos del cine juvenil.