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    Dolls
    Críticas
    4,5
    Imprescindible
    Dolls
    por Israel Paredes

    Entre finales de la década de los noventa y comienzos de la del 2000, el cineasta Takeshi Kitano enlazó varias producciones tan diferentes como 'Hana-Bi (Flores de fuego)', 'El verano de Kikujiro', 'Brother', 'Dolls' y 'Zatoichi', todas ellas tan personales y con tantos puntos de unión como elementos distintivos. Son, sin duda alguna, muestras claras de un período muy fructífero y creativo de un autor extraño y único.

    A este respecto, 'Dolls' se alza quizá como la más extraña en tanto a que rompe diametralmente con la estética de colores fríos con los que había trabajado Kitano en sus anteriores películas para adentrarse en una paleta mucho más calidad que, sin embargo, no acompaña el pesimismo hacia el amor que Kitano transmite en este magnífica obra compuesta por tres historias de cariz romántico. El cineasta nipón toma como punto de partida una escena de la obra de Monzaemon Chikamasu, maestro del teatro Bunraku, "El correo del infierno", de 1711, para construir esta película profundamente lírica, pesimista pesar de su colorido, en la que las secuencias se suceden mediante la cadencia musical orquestada por el gran Joe Hisaishi. Con 'Dolls' Kitano parece estilizarse más aunque su mirada hacia el mundo siga siendo ambigua, expectante, interrogativa. A este respecto no es de extrañar que en 'Dolls' se hayan visto influencias de cineastas occidentales como Kieslowski o Bergman, así como las inevitables japonesas de Mizoguchi y Kurosawa. En cualquier caso, una película llena de matices, de detalles, de una belleza visual nada caprichosa, sino que responde a la búsqueda de sublimar las historias mediante unas imágenes poéticas y de gran sensibilidad.

    A favor: Casi todo.

    En contra: Que pueda producir rechazo en cierto tipo de espectadores por su planteamiento.

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