Destinos cruzados
por Miguel BlancoEsta película de Greg Marcks se puede situar en la línea del cine de Alejandro González Iñárritu. Es decir, diferentes historias, sin relación entre sí, pero que poco a poco van acercándose hasta colisionar. Si en el caso de Iñárritu, su cine fue ganando en ambición hasta perder este determinismo, Marcks lo lleva hasta sus últimas consecuencias, apresando a sus historias a una férrea línea temporal que tiene su punto álgido en esas 11:14 horas del título. Una serie de coincidencias imposibles que termina por darle a la película un aire místico, casi sobrenatural.
Es, por lo tanto, una película de suspense, pero no tanto sobre las acciones de los protagonistas, sino sobre el propio desarrollo del relato. Un film comercial que tiene algo de experimento, de trabajo de fin de carrera. Las historias cruzadas ponen en cuestión diferentes temas sociales, sentimentales y morales, siendo lo más cuestionable de un relato que funciona mejor como thriller efectivo que cuando intenta ser moralista.
A favor: Su intrincado edificio de historias que se juntan y se separan.
En contra: Está tan pendiende de su estructura que al final el drama parece un mero trámite.