Manual del mal secuestrador
por Diana AlbizuProductor habituado a colaborar con Michael Mann ('Heat', 'El dilema', 'Corrupción en Miami'), el holandés Pieter Jan Brugge se lanzó a la dirección con esta película basada en un hecho real ocurrido en su país en 1987. Su forma de narrar el secuestro de Wayne Hayes (Robert Redford), un empresario de éxito por parte de un ex empleado, Arnold Mack (Willem Defoe), mientras su mujer (Helen Mirren) se queda en casa con sus dos hijos y la policía preparando el rescate está más cerca del drama íntimo y familiar que del thriller psicológico. Sin embargo, en el momento en que empezamos a alabar dicho enfoque adulto y poco sensacionalista, la película juega un sucio truco narrativo con la menor de las elegancias, relativizando por completo en valor de lo anterior; al menos de lo que queda lejos del alcance de unas estupendas actuaciones naturalistas y sin ápice de afecto por parte de los intérpretes. Y es que, contraviniendo la tónica habitual en las películas de secuestros, en este caso son mucho más atrayentes las relaciones que se establecen entre quienes están libres que entre la víctima y el secuestrador.
A favor: Los tres protagonistas son intérpretes muy solventes y se les da tiempo y espacio para demostrarlo.
En contra: El truco narrativo invalida la efectividad emocional más allá del primer visionado.