Todas las canciones hablan de ti
por Diana AlbizuAunque el australiano (nacido en Egipto) Alex Proyas es más conocido por sus incursiones en los mundos de presupuesto amplio asociados al género fantástico y la ciencia-ficción ('El Cuervo', 'Dark City', 'Yo, robot', 'Señales del futuro'), su tercer largometraje es un filme pegado al suelo y a las vidas cotidianas de seis amigos australianos que intentan hacerse un hueco en la industria musical formando un grupo de rock. Aunque el estilo visual de la película está muy contaminado por los recursos estilísticos del videoclip (sector en el que Proyas realizó sus primeros trabajos audiovisuales, por cierto) y la profusión de efectismos visuales y sonoros de todo pelaje, lo que la puede emparentar con títulos punteros de la época afines en espíritu, como 'Trainspotting', 'El Club de la Lucha' o '24 Hour Party People', se nota que Proyas (que también participa en el guión) habla de una realidad con la que conecta a nivel profundo. Todos los personajes y sus constantes equivocaciones y meteduras de pata, tanto en el terreno musical como el sentimental, están tratados con gran cariño, consiguiendo que las situaciones forzadas y predecibles lo parezcan menos, o al menos se reciban con una sonrisa de simpatía y, por qué no, complicidad.
A favor: La frescura de todos los intérpretes y el ritmo incesante de la narración.
En contra: Algunos chistes son demasiado burdos.