Sería fácil escupir la bilis crítica en Constantine, basada en la serie de novelas gráficas Hell-blazer de DC Comics / Vertigo, si la película, que se llama "ojos dulces para los condenados", no asustara un poco de diversión diabólica. Keanu Reeves, todavía en Neo Black, es su color, como John Constantine, un ojo privado de Los Angeles que fuma en cadena y tiene cáncer terminal de pulmón. Y ese es el menor de sus problemas. En su adolescencia, él se ofendió a Dios al tratar de desprenderse de sí mismo, después de haber sido enloquecido por su poder para ver demonios que se parecen a los humanos. Oye, es el personaje de Los Ángeles en esta película, que interpreta a Shake-it-up-baby con los cómics de Alan Moore convirtiendo a Rubio, la cazadora británica del infierno (Sting fue una inspiración) en Reeves haciendo un imbécil Bogart que se opone a cielo. "Dios es un niño con una granja de hormigas", dice, dibujando paralelos al mundo de The Matrix donde las computadoras usan a los humanos como juguetes. Reeves aporta un humor astuto al rol, agregando "imbécil" a sus oraciones para que suene duro, como en "Soy John Constantine, imbécil". El debutante director Francis Lawrence, cuyos videos para Justin, Britney y Janet lo hacen un pecador para los críticos elitistas, por crear una atmósfera de mal humor en el cine negro (piense en Blade Runner) que mantiene a la película en sus ambiciones más oscuras cuando los chicos de FX se ponen a tope con monstruos astutos generados por computadora (piense en Van Helsing). Lawrence tiene un ojo ingenioso para la composición, su visión del infierno es lúdica y aterradora, pero no puede hacer mucho con un guión que es lógico, ligero y trama. p> onstantine ha intentado comprar su camino al cielo pateando a los soldados de infantería del diablo de vuelta al infierno. Pero Dios no se está inclinando, y Lucifer (Peter Stormare con un traje blanco) se complace en ofrecerle a Constantine otro cigarrillo ("Adelante, tengo un inventario de ellos"), así que morirá y dejará de realizar exorcismos improvisados. Como el ángel andrógino Gabriel (un ingenioso Tilda Swinton) le dice a Constantino: "Estás jodido". Eso es malo, porque Gabe es el hombre clave de Dios en la nueva guerra entre el bien y el mal.