Familias disfuncionales, cojan turno
por Diana AlbizuEl cine estadounidense de apariencia 'indie' está lleno de crónicas de adolescencias problemáticas en el seno de familias disfuncionales y, claramente, 'Recortes de mi vida' no está cerca de ser una de las mejores. Pero no por ello deja de ser coherente. Tiene sentido que sea Ryan Murphy, creador televisivo de 'Nip/Tuck' (después llegarían 'Glee' y 'American Horror Story'), quien la dirija, pues se trata de una adaptación del libro homónimo de Augusten Burroughs en el que, supuestamente, relata memorias de su peculiar juventud. Tiene sentido porque Murphy es un especialista en la reutilización de clichés genéricos y fórmulas de largo recorrido; precisamente lo que un lector encuentra en el libro de Burroughs aplicado a los relatos de infancia en el seno de una familia estrambótica.
Josep Cross intenta que nos creamos sus desventuras como adolescente abandonado por su negligente madre (Annette Bening, siempre por encima de los papeles que le endosan) para ser adoptado por la familia de su psicoanalista. Al mismo tiempo, Murphy quiere sofisticar la estructura narrativa con arducias que terminan dilapidando el interés por ver cuál es el siguiente comportamiento extravagante que vamos a contemplar.
A favor: Cómo Evan Rachel Wood hace suyo el personaje de Natalie Finch.
En contra: Los ataques de dramatismo cercanos al culebrón.