Como ocurre con toda clase de adaptación cinematográfica, hay dos maneras de verla, opinarla y criticarla: como adaptación y como película. Algunos prefieren limitarse a lo primero, y muchos otros optan por enfocar una crítica de cine a eso, la versión del cine, sin pararse a analizar hasta qué punto es fiel o no. ¿Yo? Yo me inclino más por una combinación de ambas... Y eso me lleva a decirles que Batman tiene sus pros y sus contras en los dos ámbitos, sin dejar de lado el apunte de que la cinta de Burton fue un poderoso empujón para que el Hombre Murciélago empezara a ganarse un nombre más allá de las viñetas que le vieron nacer.
No es una mala película, eso está claro; no por nada es todo un clásico y, de algún modo, una 'madre' para el futuro del cine superheroico que tanto ocupa las pantallas en nuestros días. Las puestas en escena son fantásticas... Y cuando digo fantásticas, lo digo en los dos sentidos de la palabra: están muy bien construidas y, al mismo tiempo, son muy fantasiosas, como si nos encontráramos ante un cómic en movimiento; no hay más que ver las apariciones de Batman ante los malos, siempre conducidas bajo el mismo guión. La banda sonora marcó un hito -¿a quién no le resuena aún en la cabeza el fantástico tema principal de la banda sonora, que también escuchamos en cada episodio de Batman: La Serie Animada?- El reparto no lo hace nada mal -aunque el cómo adaptan a sus personajes es otra historia-, y cuenta con más de una joya de renombre -Nicholson es aquí el que se come la pantalla, sí-, pero... A riesgo de que muchos se me tiren encima, diré que el Batman de Burton está muy sobrevalorado.
Ojo; no estoy diciendo que no me guste. Disfruté como un niño con la película, a pesar de que siempre haya considerado que deberían titularla El Joker de Nicholson o algo así, sería mucho más apropiado.
Y ese es uno de los puntos más interesantes a comentar de la película: su nivel de adaptación. Porque es un cómic en movimiento, sí, pero... No es una adaptación demasiado fidedigna del cómic del que bebe, o de sus personajes, o de las relaciones entre ellos. Batman nunca debería mostrarse ante los malos alzando los brazos para lanzarse sobre ellos como haría un servidor para lanzarse a la piscina desde el trampolín, y debería tener una relación más estrecha y construida con un Gordon que debería ser algo más de lo que le hacen ser en la cinta. El Joker es el plato fuerte de la película, y hay una gran confrontación de opiniones en torno a él: que si es el mejor Joker del cine, que si no lo es. Que si han cometido un gran error al darle un nombre real y un origen -esto es así porque, en las viñetas, el Joker siempre ha sido el Joker, con su origen, historia y nombre desconocidos por completo-, que si no es para tanto. Que si es la pura encarnación del Joker, que si es Nicholson disfrazado de él.
¿Mi opinión? Mi opinión es que no es el Joker. No tal y como los seguidores de los cómics lo conocemos, desde luego. Es uno diferente, un villano diferente, en un universo de Batman diferente al de las viñetas. El Joker no es así, aunque sí conserven algunas de sus facetas más importantes, como esa locura disparatada que le empuja a crear el caos sin un sentido aparente.
Como película, insisto, es bastante buena, y no deja de ser todo un clásico y uno de los grandes papeles de Nicholson -dejando a un lado todas las complicaciones que hubo con el reparto, Joker incluido-. Como adaptación, no tanto. ¿En conjunto? Funciona como película tanto como debe, con un tono desenfadado, una Gotham muy de fantasía, como lo era en las primeras aventuras del murciélago antes de que los nuevos tiempos -en especial en lo que respecta a la trilogía El Caballero Oscuro de Nolan, de la que ya hablaremos- le dotaran ese aire más realista y oscuro que le caracteriza ahora. Por otro lado, siempre he oído a la gente definirla como la mejor adaptación de Batman al cine, y hablar del Joker de Nicholson como el mejor en lo que a adaptación en imagen real respecta. Y opiniones hay para todos los gustos, desde luego, pero estoy en completo desacuerdo por razones comentadas ya más que de sobra: Nicholson crea un personaje fabuloso, pero su Joker no es el Joker, por paradójico que parezca, igual que Batman no es Batman en muchos sentidos, por muchos gadgets de que disponga.
Véanla. Claro que sí. Es un clásico, es Nicholson comiéndose la pantalla, es una de las primeras grandes producciones de Burton, y es bastante decente.
Pero no es un gran Batman.