Soy espía
por Eulàlia IglesiasEl segundo largometraje de Robert De Niro como director resulta mucho más ambicioso que su debut tras la cámara, 'Una historia del Bronx', ese pequeño melodrama costumbrista impregnado de nostalgia italoamericana. 'El buen pastor' adapta un guión de Eric Roth (responsable también de los de 'Forrest Gump', 'Munich' y varios títulos de Michael Mann) sobre los orígenes de la CIA que abarca desde la Segunda Guerra Mundial hasta la frustrada invasión de Bahía de Cochinos en 1961. El eje conductor es Edward Wilson (Matt Damon), un tipo de apariencia normal que es reclutado ya en la Universidad por el FBI.
El personaje de Wilson permite a De Niro adentrarse en las entrañas del funcionamiento de la CIA alejándose por completo de ese cine de espías llamativo y glamuroso estilo James Bond. Wilson trabaja como un funcionario eficiente pero gris y taciturno cuya lealtad a la agencia repercute negativamente en su vida personal y familiar. Prisionero de su propia contención, a De Niro se le escapa el film en dos sentidos: no consigue mantener el pulso de una historia que se extiende durante más de dos décadas e implica multitud de personajes secundarios ni dibuja un protagonista lo suficientemente atractivo, más allá de su sobriedad, como para aguantar todo el peso dramático de la película.
A favor: El plantel de secundarios, de Michael Gambon al propio De Niro.
En contra: Por momentos resulta aburrida.