Crítica de SensaCine.com para Bandwagon: La construcción de una banda de rock

La primera película de John Schultz, mediocre director que ha basado su carrera en comedias de meda producción y nula calidad, Bandwagon parecía apuntar hacia un cineasta con interés –algo que él mismo se encargó de desmentir con sus trabajo-. Rodada en plano auge del cine indie norteamericano y con muchos de sus tics, la película es una road-movie musical que sigue a un grupo de rock buscando la fama.

Primero asistimos a la fundación de la banda y, después, a su itinerario por el país. Schultz, también autor del guion, destaca en su capacidad para unir ficción con documental, sobre todo porque la película no juega en momento alguno a ser lo segundo sino lo primero, a pesar de que la minuciosidad con la que Schultz trabaja el material, atento al desarrollo personal de sus integrantes, a detallar sus deseos y sus miedos. A este respecto, Bandwagon sale muy bien parada, así como a la seriedad dramática con la que observa a los jóvenes. Aun así, todo esto queda un poco diluido: Schultz deja patente que es debutante y la faltaba todavía un poco más de profundidad, desaprovechando las posibilidades que la película le brindaba. Una obra, eso sí, que queda, tras su desastrosa carrera ulterior, como su mejor aportación.

A favor: La minuciosidad con la que el director se acerca a la construcción de la banda.

En contra: Que una vez que la banda se lanza a la carretera la narración pierde en ritmo, cuando debería ganarlo, y en intensidad.