El comienzo de un gran director
por Rodolfo SánchezHa habido pocos debuts en la dirección durante los últimos años como el de Paul Thomas Anderson con Sydney.
Aunque eclipsada por sus siguientes obras, este primer largometraje del que es uno de los mejores cineastas del momento y está llamado a ser uno de los más importantes de los próximos años, sorprende en su audacia visual y narrativa y presenta no pocos elementos que irán constituyendo el cine ulterior de Anderson. Si bien es cierto que posee un aspecto menos ambicioso que sus siguientes obras, la verdad que lo es, y mucho. Porque toma el género negro para convertirlo en algo muy diferente y muy personal gracias a un trabajo de puesta en escena soberbio y original a partir de un guion solido que es simplemente una excusa para un despliegue visual portentoso. Contando, además, con un reparto singular y ejemplar en sus papeles, Sidney avanza con elegancia y buen gusto, con sencillez (quizá, en esto sí es diferente, con más sencillez que en sus siguientes obras) y dejando patente en cada plano y en cada secuencia, que tras la cámara se encuentra un cineasta que sabe que en cine se narra con imágenes. Algo que muchos olvidan constantemente.
A favor: Todo.
En contra: Nada.