Oliver Stone cambia una vez más de género para enseñarnos el perfil de Fidel Castro, una personalidad que está muy presente en el escenario internacional desde hace más de cincuenta años. Después de tres días de rodaje, Stone extrae de más de 30 horas de entrevistas y conversaciones un retrato muy personal donde se humaniza el líder cubano.
Compartiendo el riesgo con Castro, Stone se pone delante de la cámara y crea un clima más próximo que favorece respuestas del líder cubano difíciles de obtener de otro modo, consiguiendo inéditas reflexiones sobre el estado de su gobierno, la actual situación política internacional y reveladores detalles de la historia del siglo XX. Un sorprendente cara a cara que nos ayuda a comprender mejor cómo Cuba, pequeña antagonista de la mayor potencia mundial, ha sobrevivido íntegra durante más de cuatro décadas.