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Sinopsis
La secuela de Cariño, he encogido a los niños arranca años después de que el brillante pero despistado científico Wayne Szalinski (Rick Moranis) encogiera a sus dos hijos con uno de sus más brillantes inventos. Ahora ha perfeccionado su aparato, y cree que con él puede agrandar cualquier cosa alterando sus moléculas. Sin embargo, las cosas no salen bien y su nuevo hijo, Adam, apenas un bebé, se interpone en el experimento por accidente. El resultado es que el niño comienza a crecer de forma desmesurada, poco a poco pero sin parar. Cuando Adam adquiere un tamaño lo suficientemente grande como para resultar peligroso, las cosas se complican para Szalinski, sobre todo porque el pequeño comienza a arrasar la ciudad pensando que se trata de juguetes. Para arreglar el problema contará con la ayuda de su mujer y sus dos hijos mayores.
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La Crítica de SensaCine
1,5
Mala
Cariño, he agrandado al niño
Gigante
por Paula Arantzazu Ruiz
No podía ser de otra manera. Tras el éxito de ‘Cariño, he encogido a los niños', Disney volvería a la carga con una secuela de aquel filme, interpretado de nuevo por Rick Moranis y Marcia Strassman. En la cinta que nos ocupa han pasado tres años desde que el profesor Wayne Szalinski (Moranis) redujera a sus hijos y los del vecino. Junto a su familia, se ha trasladado a Nevada y acaba de ser padre de nuevo, Adam, de dos años de edad y futura víctima de los experimentos del padre, quien esta vez inventa no una máquina para empequeñecer, sino para agrandar. Así, el bebé se convierte en un Godzilla que acaba de comenzar a dar sus primeros pasos, provocando el consecuente caos en el condado y en el estado, porque hasta Las Vegas llega el niño-grande. Toda una rocambolesca premisa que rinde homenaje a grandes como King Kong pero que falla estrepitosamente en sus propósitos. Sin el toque visual
ESTE NIÑO ESTÁ YA CRIADO. Secuela divertida pero algo rutinaria, eficaz al fin y al cabo. No es tan buena como la original, pero una secuela que vale la pena ver. El ataque de un bebé de 50 pies en busca de las luces de Las Vegas. Podría llegar a ser una película de culto, pero es que lamentablemente, la película no consigue superar el cruel filtro del paso del tiempo.
Mucho del diálogo entre los personajes de Wayne y Adam fue improvisado por parte de Rick Moranis en respuesta a cualquier cosa que dijesen los dos gemelos que interpretan a Adam, Daniel Shalikar y Joshua Shalikar.
Secuela
Esta película es una secuela de Cariño, he encogido a los niños (1989).