La peor adaptación posible.
por Rodolfo SánchezLa trayectoria de Peter Hewitt podía hacer ver que era tan bueno como otro cualquiera para llevar a la pantalla el comic de Jim Davis y a su legendario personaje, Garfield. Pero, a su vez, sus anteriores películas debían ser muestra suficiente de que se trataba de un director sin personalidad, exceptuando quizá su primera película, El alucinante viaje de Bill y Ted. Aunque, en realidad, posiblemente importaba bien poco quién estuviera detrás de la cámara para crear Garfield, la película.
Lo importante era que fuera convencional y funcional para entregar una historia tópica que cabrea en todo momento, alejada del comic de manera diametral, cogiendo tan solo al personaje en su forma física y haciendo la peor película posible a partir de un personaje que, evidentemente, daba para mucho más que para hacer una película sobre un muñeco de peluche humanizado haciendo el idiota. Para eso, cualquier otra forma animada habría valido, no era necesario difundir cinematográficamente a un Garfield totalmente alejado de su naturaleza original. Una pérdida absoluta de tiempo.
A favor: Que tiene final.
En contra: Que tiene comienzo.