Una mirada a los realities
por Rodolfo SánchezLa más que olvidable carrera como director de Nick Hurran encontró en Las novias de mi novio su punto más álgido desde una perspectiva negativa. Insulsa hasta la médula, la película transita una doble vertiente. Por un lado, el deseo de contar una historia de amor que, a su vez, analice en qué se basan las parejas actuales, cuáles son sus deseos, sus miedos. Y, por otro lado, lanzar una ácida, satírica e hiriente crítica hacia los reality shows. Y al final no consigue ni una cosa ni la otra.
Acaba siendo un simple lucimiento de su actriz protagonista, Brittany Murphy, quien se ve introducida en una película llena de lugares comunes, tópicos y una sucesión de gags previsibles sin gracia alguna. Quizá haya un par de buenos momentos, pero poco más. Y no es suficiente como para hacer de Las novias de mi novio algo más que una película de sobremesa de sábado que se comienza a olvidar a los cinco minutos de haber comenzado a verla. Y es que partía de una premisa crítica y analítica muy por encima de los recursos que sostenían la propuesta.
A favor: Murphy.
En contra: Su convencionalismo y lo tópica que acaba resultando.