Crítica de SensaCine.com para Misión explosiva: Remake sin gracia

En 1973 Hal Ashby, uno director, sobre todo en los setenta, bastante interesante, dirigió El último deber película que le blindó a su protagonista, Jack Nicholson, premios y nominaciones y a la película un cierto éxito aunque por debajo de la impronta que ha tenido posteriormente en tanto a que de alguna manera representa una cierta forma de entender la comedia en aquella época a pesar de todos su defectos. En 1994, casi veinte años después, Dennis Hopper, actor que ocasionalmente dirigió alguna película, realizó una suerte de remake en la que cambiaba el detenido militar: ahora es una mujer (Erika Eleniak, famosa por entonces al ser una vigilante de la playa).

Lo curioso es que Hopper, hijo de aquella época, opta, y con él los guionistas, por crear una película que también es representativa de esa comedia ligera y sin sentido de los noventa en vez de hacer algo más contundente: una película que pudiera dialogar de alguna forma con el original. En vez de esto Misión explosiva es una comedia de corte meramente comercial, entregando una historia simplista y estructurada a base de lugares comunes que, además, cuenta con un trío protagonista que no sabe qué hacer con sus personajes. En definitiva, un desastre.

A favor: Pues nada de nada.

En contra: Que aparte de sus defectos, hace recordar al original en todo momento. Y sale perdiendo, claro.