Crítica de SensaCine.com para Escándalo en el plató: La vida en directo

Parece mentira pero el tiempo ha jugado en favor de esta comedia dirigida por Michael Hoffman. Ambientada en el mundo de la pequeña pantalla y, en concreto, en los entresijos de los culebrones televisivos (de ahí su título original Soapdish), no es atrevido afirmar que Escándalo en el plato a ratos, y con el paso de los años, toma y ha tomado la forma de una sátira. Lo que no deja de ser curioso, ya que su productor es Aaron Spelling, el gran rey de la televisión yanqui, responsable, entre otras series, de Dinastía, Los Colby y Sensación de Vivir.

La película se beneficia de un reparto de aúpa, encabezado por Kevin Kline (llegó estar nominado al Globo de Oro al Mejor Actor de Comedia) y Sally Fields; más una nómina de secundarios de lujo como Robert Downey Jr., Cathy Moriarty, y un memorable Garry Marshall, si el director de Pretty Woman, como el medio cateto y despiadado ejecutivo televisivo que dirige la cadena. Lo dicho, una comedia loca a reivindicar.

A favor: el tono satírico de muchos de sus pasajes

En contra: que podría haber sido aún más punzante