Crítica de SensaCine.com para La intérprete: Trabajo en la ONU

Al contrario de lo que le sucedió a Hitchcock cuando rodaba 'Con la muerte en los talones', Sidney Pollack sí consiguió el permiso de la ONU para filmar en su sede en Nueva York 'La intérprete', que se convertiría en su última película como director (junto al documental 'Sketches of Frank Gehry'). Este escenario (real o recreado) subraya la conexión de este thriller político protagonizado por Nicole Kidman y Sean Penn con el cine del británico, así como también lo hacen las tribulaciones de la protagonista, una intérprete especialista en lenguas africanas que se ve envuelta en lo que parece un complot para asesinar a un máximo mandatario de ese continente.

Pero el propio Pollack podía presumir de experiencia en el thriller político: en este campo firmó títulos tan imprescindibles como 'Los tres días del Condor'. Aquí pretendió casar el suspense y el atractivo de los films de Hitchcock con la capacidad para convertir la política internacional en el detonante de toda una intriga de ramificaciones inesperadas típica de esos films de los setenta. El resultado es un film en que se nota el buen pulso y la elegancia de Pollack, pero al que le falla un guión que no consigue transmitir con la verosimilitud necesaria las implicaciones políticas del pasado de la intérprete.

A favor: Los escenarios de la ONU que cobran un especial protagonismo.

En contra: El personaje de Nicole Kidman resulta poco creíble.