Últimas opiniones sobre X-Men: La decisión final

Pues sigue siendo como la recordaba, la más floja de toda la franquicia, me sigue gustando X-Men: The Last Stand y eso, sigue teniendo cosas buenas pero eso no la salva de la floja que es. Mi menos favorita de toda la franquicia. Su desarrollo sigue siendo bueno y eso, el desarrollo de los personajes no se lo curradon muy bien la verdad, el guión sigue siendo muy flojo, las escenas de Acción son una pocas cosas mejores de la película y el cast hacen lo que pueden con sus personajes pero el mejor sigue siendo Hugh Jackman como Lobezno y la adaptación del Fénix Oscuro sigue siendo mala, de lo peor.
En resumen X-Men: The Last Stand seguirá siendo por lo menos entretenida y eso pero siendo la peor de toda la franquicia aunque tenga cosas buenas que eso son las escenas de Acción y Hugh.

No entiendo por qué dicen que es tan mala, a mi la verdad si me gustó la pelicula, lo que no me gustó fue spoiler: la muerte de personajes como cyclops
ya que ni siquiera le dan tanta importancia y la trama tampoco es tan buena. Pero aunque tengo tantos errores la pelicula, no se merece todas las críticas malas que hay sobre ella.

No tiene pasión, no tiene conexión con el lugar en el que nos encontramos ahora, y en una serie cuyas historias hasta ahora han dicho verdades oscuras sobre la intolerancia estadounidense, eso es lo que importa.

Anunciado como el clímax de una trilogía, el tercer y más débil capítulo de la serie X-Men es un flagrante intento de demostrar que todavía hay vida en la franquicia.

The Last Stand es una imagen muy ambiciosa, y habría sido mucho más exitosa si Ratner la hubiera reducido para enfocarse más en la interacción entre los personajes.

Investigaciones en seres humanos han descubierto una cura para el gen mutante que convertirá a cualquier mutante en un ser humano regular, provocando una mezcla de esperanza y terror entre la población mutante. Es la atmósfera perfecta de miedo para Magneto (Ian McKellen) reunir a los seguidores de su causa y lanzar su guerra contra la humanidad. Y los únicos que se interponen en su camino son los X-Men del profesor Xavier (Patrick Stewart).

"X-Men: The Last Stand" trabaja arduamente para hacer que todos los hilos de la trama de las películas anteriores de X-Men salgan a la cabeza, los clasifiquen y los envíen. Funciona tan duro que, de hecho, no queda mucho espacio para la caracterización (y en algunos casos los personajes) y muchas buenas ideas se dejan flotar en un mar de oportunidades desperdiciadas. La mayoría de las veces eso parece ser por diseño y no por accidente. El cineasta Brett Ratner (las películas de "Rush Hour") y sus escritores Simon Kinberg ("Mr. & Mrs. Smith") y Zak Penn ("X2") no parecían molestarse en incluir personajes reales en la película porque tenían demasiadas cosas geniales para mostrar y solo hay espacio para una película de 103 minutos. Por mucho, lo peor de "The Last Stand" es que pone sus miras tan bajas. Mientras que las películas anteriores de "X-Men" intentaron ser películas de cómics para un público adulto, "The Last Stand" está tratando de ser una película de cómics para jóvenes de 15 años, y la diferencia tonal que conlleva es que a menudo bastante discordante.

No se puede decir que esta tercera entrega morder más de lo que puede masticar; la encoge y la deja caer perezosamente sobre el plato. El guión paga un servicio de labios temblorosos a la célebre "Phoenix Saga" del cómic, aunque solo de nombre. Jean Grey (Famke Janssen) ha resucitado, tiene Dark Powers y se llama Phoenix, pero esta es en gran medida la versión múltiple de la premisa de Chris Claremont. Un medio capaz de ofrecer narraciones complejas y sostenidas como Berlin Alexanderplatz debería ser igual a adaptar una narrativa de cómic. Pero hay una razón por la que muchos de nosotros soltamos un suspiro de alivio cuando la adaptación de Watchmen apuntó hacia arriba.

Principalmente, este es el Wolverine 'n' Magneto Show, y Hugh Jackman e Ian McKellen continúan trayendo a sus personajes más gravitas de lo que merecen (como está escrito). Pero incluso McKellen no puede hacer mucho con la forma en que Magneto vacila tan violentamente en tono. Aquellos que disfrutaron de la burlona dinámica padre-hija entre Magneto y la mística funky (Rebecca Romijn) en las primeras dos películas se sentirán tan traicionados como Mystique cuando el anciano le dé la espalda en su mayor momento de vulnerabilidad.

¿Última resistencia? Mi culo Anunciado como el clímax de una trilogía, el tercer y más débil capítulo de la serie X-Men es un flagrante intento de demostrar que todavía hay vida en la franquicia. Y hay: solo lo suficiente para tirar de un Star Trek y generar una saga de próxima generación. Hollywood no matará a este ganso dorado hasta que deje de poner huevos de catorce quilates en la taquilla. X2, el mejor de la serie, recibió $ 215 millones, superando el original por $ 58 millones. Y hay muchas más historias que extraer de los cómics que Stan Lee y Jack Kirby comenzaron para Marvel hace cuarenta años. Las audiencias no lo dejarán ir.

¿Última resistencia? Mi culo Anunciado como el clímax de una trilogía, el tercer y más débil capítulo de la serie X-Men es un flagrante intento de demostrar que todavía hay vida en la franquicia. Y hay: solo lo suficiente para tirar de un Star Trek y generar una saga de próxima generación. Hollywood no matará a este ganso dorado hasta que deje de poner huevos de catorce quilates en la taquilla. X2, el mejor de la serie, recibió $ 215 millones, superando el original por $ 58 millones. Y hay muchas más historias que extraer de los cómics que Stan Lee y Jack Kirby comenzaron para Marvel hace cuarenta años. Las audiencias no lo dejarán ir.

La tercera película sobre los mutantes del X-men. En película los mutantes están confrontados con una elección histórica. Las escenas de acción son bastante, los efectos especiales acertados y bastante sorprendidos por el guión que está conseguido.