Se dice que Michael J. Fox compraba regalos a los encargados de mantener a las serpientes, concretamente a las cobras, fuera del plató donde se rodaba la película.
En las escenas de Michael J. Fox, Sean Penn le decía que él era tan solo un pequeño actor de televisión y nada más, como para darle una reacción genuina al director Brian De Palma.
Primera película de John C. Reilly.