La (in)moralidad en la guerra
por Israel ParedesLa primera incursión de Brian de Palma en el género bélico tardó en llegar y lo hizo en Corazones de hierro, película que narra un terrible suceso dentro de una terrible guerra, la de Vietman, cuando dentro de un pelotón encabezado por el sargento Tony Meserve (Sean Penn) una joven vietnamita es violada por varios soldados y tan solo el soldado Eriksson (Michael J. Fox) se enfrenta a ellos. De Palma construye una película bélica de aliento crítico y de denuncia mediante un portentoso ejercicio de estilo que busca anteponer, tanto en lo visual como en lo discursivo, lo general (la guerra en sí misma) con lo particular (la violación y el enfrentamiento entre los hombres por lo sucedido), creando de esta manera una película sobre el absurdo de la guerra y sobre la violencia del género humano. El director crea un tempo narrativo soberbio, trabajando a los personajes y al paisaje, atento a los planos panorámicos tanto como a los primeros planos, creando una violencia interna que incomoda e inquieta al tiempo que logra impactar al espectador cuando todo deviene en una cuestión de moral y de ética en un contexto bélico en que el ambos aspectos parece siempre diluirse. Corazones de hierro no es una película sencilla a pesar de que evidencia en todo momento sus elementos. Hay algo discursivo al final que hace que la película adolezca, quizá en exceso, su naturaleza de película sobre un tema, pero acaba erigiéndose como una obra necesaria.
A favor: La puesta en escena de De Palma, extraordinario como casi siempre.
En contra: Que al final pesa demasiado el ''tema''de denuncia.