Marlon Brando siempre había admirado a Charles Chaplin y le consideraba "probablemente el hombre más talentoso que había dado el cine". Sin embargo, cuando le tocó ponerse a sus órdenes en 'La condesa de Hong Kong', las dos estrellas no se llevaron nada bien. Brando entonces describió a Chaplin como "un hombre de lo más sádico", y Chaplin dijo que trabajar con Brando "era imposible".
Ésta fue la última película dirigida por Charlie Chaplin. Durante la premiere del filme en Londres la película ya había sido proyectada previamente utilizando unas lentes especiales que, en el pase, el proyeccionista olvidó quitar. El resultado fue una imagen distorsionada por la que los críticos repudiaron a Chaplin. La película, como resultado, hizo una mala taquilla, y Chaplin se sumió en la depresión.
El rodaje de la película duró mucho más de lo previsto debido a que Marlon Brando solía llegar tarde y tuvo que ser hospitalizado por apendicitis. Luego, tanto él como Charlie Chaplin tuvieron gripe, y Sophia Loren volvió a casarse con Carlo Ponti, ausentándose de la producción igualmente.