Emanuel Vogler, un enigmático mago e hipnotizador, recorre Suecia en un carruaje con su compañía teatral ambulante a mediados del siglo XIX, de la que forman parte también su esposa, un ayudante y su abuela. Camino de Estocolmo, la capital del país escandinavo, pararán en una pequeña localidad en la que serán objeto de toda clase de burlas y mofas por parte de los habitantes más influyentes del pueblo, entre ellos el doctor Vergerus, quien exigirá una prueba de sus poderes a Vogler ante el escepticismo generalizado.
La compañía se verá obligada a pernoctar en el hogar de uno de los lugareños, donde el escepticismo comienza a dar paso a un ambiente enrarecido, cargado de sugestión e incertidumbre. La representación tendrá lugar al día siguiente, delante de los más escépticos, que no contaban con la prestidigitación y las argucias de Vogler y su compañía.