Excelente obra cinematográfica, llena de simbolismos, Las bandadas de pájaros, como símbolo de una identidad colectiva; el ingreso al bosque como ingreso hacia las profundidades del "sí mismo"; el uso del azul en la noche, como símbolo de la espiritualidad; la última actuación de Neil, al bajar su rostro doloroso con la corona puesta, como un Cristo. Magníficos son también el guión, las actuaciones, las bandas sonoras y, por supuesto, la fotografía, de una belleza y armonía increíble. Cada toma es una obra de Arte.
Fui la primera en ir a ver esta película cuando llegó a Chile, para sorpresa mía, con una sala de cine casi vacía. Desde ese entonces, la hago ver a mis alumnos de 4° Medio, todos los años, ya sea en la unidad de "Poesía" o en el ramo electivo "Literatura e Identidad". A ellos les fascina tanto como a mí.