Mel Stuart trae su película musical más importante de toda su filmografía, "Un mundo de fantasía (Willy wonka y la fábrica de chocolate)", película que adaptaría, unos cuantos años después, a su estilo inconfundible Tim Burton con "Charlie y la fábrica de chocolate".
Esta película de 1971 me ha calado hondo, y merece mi puntuación de 4 estrellitas, porque es una película realmente buena. Acostumbrado a la de Burton, he descubierto un mundo nuevo, con una nueva trama en algunos aspectos muy positivos frente a la del director de "Pesadilla antes de navidad". Un musical que merece la pena ver porque tiene canciones muy bonitas. Me ha gustado su dirección, que cuenta con el fabuloso Gene Wilder (Willy Wonka) como uno de los principales protagonistas de esta fantástica película, que entre desaparición y desaparición de cuatro de los cinco niños que asisten a la fabrica, dejan canciones con un importante mensaje a la sociedad, como por ejemplo no estar masticando chicle todo el tiempo o visionar la televisión durante mucho tiempo.
Me ha sorprendido mucho, pues me lo he pasado muy bien recordando la bonita historia de Charlie, su familia y su posterior hogar, la fábrica.