La película fue propuesta a John Ford para dirigirla pero acabó rechazándola. Finalmente, el director fue Fritz Lang.
Esta película es una de las tantas de entre los años 30 y 40 tuvieron un marcado carácter pro-guerra mientras Estados Unidos no estaba involucrada en la Segunda Guerra Mundial. Entre este tipo de películas destacan El sargento York, Enviado especial y Un americano en la RAF.