Crítica de SensaCine.com para Alone in the Dark: La casa de los horrores

El videojuego de 'Alone in the Dark' es uno de esos clásicos que siempre se citará como pionero del survival horror, el género de terror que más tarde llevaría al éxito mundial la saga 'Resident Evil'. Los juegos de 'Alone in the Dark' ofrecían una experiencia de juego más pausada y estratégica que la de 'Resident Evil', más cercana al horror zombie. Tenían una profundidad psicológica mayor.

Cualquier parecido entre el videojuego original y la película es mera coincidencia. No en vano su responsable (ejem) es el infausto Uwe Boll, director que ha basado buena parte de su carrera en destrozar videojuegos con adaptaciones terribles, como es el caso de 'House of the Dead', 'Dungeon Siege' o 'Bloodrayne'.

Quizás el caso más flagrante sea el que nos ocupa, porque si bien los anteriores eran juegos que se prestaban a la explotación salvaje, no ocurre lo mismo con el cuidado y adulto 'Alone in the Dark', que Boll convierte en una horrible película de monstruos y de acción sin sentido, donde el componente detectivesco del original desaparece por completo. Es un exploitation sin mucho sentido, que, aún así, puede hacerse medianamente disfrutable desde la coprofagia cinéfila más despreocupada.

A favor: Un visionado con amigos y/o alcohol es una fiesta asegurada.

En contra: Si eres fan del videojuego, mantente alejado.