Crítica de SensaCine.com para Desnudo en Nueva York: Cine antes del 2.0

La primera película del realizador independiente Daniel Algrant resulta perfecta como compendio simbólico de muchos de los tics y recursos que poblarían el cine independiente estadounidense durante los 90. Mucho antes de que el cine digital y el mumblecore reinventaran el costumbrismo de la escena underground y el cine indie institucionalizado conquistara el festival de Sundance, 'Desnudo en Nueva York' ya utiliza el tono irónico, autoconsciente y aficionado al juego metalingüístico de otra comedia romántica deconstruida como '(500) días juntos' (Marc Webb, 2009), con la que podría compartir código genético.

Pero el gran referente de Algrant parece ser el Woody Allen más ligero y diseccionador de las neurosis sentimentales entre hombres y mujeres. Eric Stoltz podría ser perfectamente uno de los alter ego allenianos que pueblan su filmografía, como un escritor de teatro que rememora en flashback los detalles de su relación con una Mary-Louise Parker que no necesita adoptar el arquetipo de manic pixie dream girl para resultar tan encantadora como inconscientemente destructora.

A favor: Sus miserias sentimentales son de lo más divertidas (y reconocibles).

En contra: Ha quedado injustamente olvidada por todo el mundo.