En su libro "Intermission", Anne Baxter dijo que Glenn Ford y Maria Schell se habían convertido en amigos íntimos durante el rodaje, pero para cuando la película se estrenó en Oklahoma, los dos no se hablaban entre sí.
El director Anthony Mann fue despedido con el rodaje casi finalizado y fue reemplazado por el director Charles Walters.
El fracaso de esta película, combinado con la desastrosa 'Los cuatro jinetes del apocalipsis' (1962), puso fin a la carrera de Glenn Ford como estrella taquillera.