Crítica de SensaCine.com para En busca de la felicidad: Felicidad... a veces

El director italiano Gabriele Muccino, después de haber conseguido un gran éxito con su película El último beso en su país de origen, se pasaba al cine estadounidense de la mano de su padrino, Will Smith, con el que realizaría dos películas. La primera de ellas, En busca de la felicidad, se configuraba como una fábula contemporánea con influencias neorrealistas que también remitía al cine de buenas intenciones de Frank Capra. La historia de un hombre de negocios que lo pierde todo (interpretado por un estupendo Will Smith), sirve al director para trazar un retrato de los oscuros años ochenta de la era Reagan y de la capacidad del ser humano para salir adelante en los instantes más adversos, en una vuelta de tuerca más al sueño americano, esta vez a través de la precariedad laboral (que de alguna manera se adelantaba a la crisis económica que vendría después) y a las siempre complicadas relaciones paternofiliales.

A favor: Will Smith.

En contra: Su tendencia lacrimógena.