En 1986, la empresa General Motors anunció el cierre de una de sus plantas en la ciudad de Flint (Michigan, Estados Unidos), lo que supuso el despido de más de 35.000 trabajadores. El polémico director Michael Moore ('Fahrenheit 9/11') se internó en esta aventura para, cámara en mano, tratar de llamar la atención al director general de la empresa, con el objetivo de que entendiera lo que significaba para la ciudad el cierre de una importante empresa que daba de comer a multitud de familias.