Crítica de SensaCine.com para A la caza del lobo rojo: Cuentos de la Guerra Fría

Antes de convertirse en el implacable cazador de hombres de 'El fugitivo' (1993), Tommy Lee Jones interpretó el papel contrario, el de peligrosa presa en huida, para el mismo director en 'A la caza del lobo rojo'. Andrew Davis es uno de esos directores de thrillers funcionales con lo que en otras épocas Hollywood consideró oficio: la capacidad de hacer películas de Steven Seagal, ciencia-ficción ligera como 'Reacción en cadena' (1996) e incluso remakes hitchcockianos de nulo recuerdo, como 'Un crimen perfecto' (1998); todo ello con la misma corrección sin despeinar ni un atisbo de personalidad o voz propia.

'A la caza del lobo rojo' se beneficia de su afortunado lugar justo antes del fin de la Guerra Fría, lo que beneficia a su trama de espionaje internacional y traiciones militares a la vieja usanza. Gene Hackman es el soldado leal a la caza del asesino Tommy Lee Jones que no tardará en descubrir que algo huele a podrido en las élites militares de su país... y de todos los países. Efectiva en las escenas de acción y resuelta en la narración, es un buen recordatorio de cuando los thrillers se hacían queriendo dar cierta impresión de realismo.

A favor: Gene Hackman, ese profesional siempre acosado por las circunstancias.

En contra: Está a camino entre los thrillers políticos de los 70... y su degradación en los 80-90.